viernes, 29 de mayo de 2015
Confiando en Dios en tiempos difíciles
El caminar con Dios no significa estar ausente de problemas o que nuestra vida sea color de rosa. Sin embargo en la medida que más conocemos a Dios muchos de los problemas o conflictos los asumimos de una manera más confiada y tranquila, sabiendo que no estamos solos, que El va con nosotros a nuestro lado, que El nos fortalece.
Dios quiere que nosotros le entreguemos todas las áreas de nuestra vida: sentimental, familiar, laboral, económica, ministerial. Que confiemos en su ayuda para cada área, porque El desea trabajar en nosotros de manera integra.
Hay áreas de nosotros que por periodos están estables, sin problemas de ningún tipo y eso hace que nos sintamos cómodos. Pero que sucede cuando por alguna situación salimos de esa zona de confort, cómo reaccionamos? Nos derrumbamos o por el contrario colocamos nuestra confianza en Dios?
Días atrás me hice unos examenes de sangre de control y me salieron unos puntualmente altos (fuera del rango), esto me desánimo un poco puesto que no me esperaba esto y porque cuando niña había tenido algo parecido. Con esto pude darme cuenta que mi fe en Dios al respecto de mi salud estaba un poco débil, porque si bien debo hacer un cambio en mi alimentación el cual sólo depende de mi fuerza de voluntad, comprendí que no estoy sola en esto, que Dios me ayudará a conseguir un buen médico para seguir en control y así no permitir que mi situación avance y sobre todo saber que durante este proceso no voy sola, El va conmigo, animándome y fortaleciéndome.
Probablemente tu problema que estés teniendo no sea de salud o por el contrario sea el estado de salud de algún ser querido, puede ser laboral (un despido o no encuentres trabajo), económico (estés pasando por días con escasos recursos), familiar o personal. Pero sea cual sea el área en la cual tienes un gigante que enfrentar, debes depositar tu confianza en Dios, porque El no te va a dejar sol@ en esto y con su ayuda podrás salir en victoria.
En Isaias 43:2 dice "Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán". Es una promesa que Dios nos da para cuando estamos pasando por dificultades. Dios no, nos va dejar solos ni un instante en esos periodos difíciles que tenemos. Crees que Dios está contigo en medio de tus problemas y desafíos?
jueves, 14 de mayo de 2015
Formación de Carácter
Soy hija única por parte de mi
mamá y mi papá, eso hizo que de niña mi mamá me diera gusto en todo cuanto yo
deseaba y que fuera muy mimada y consentida por ella. Crecí junto a mi madre,
mi abuelita y dos tías y siempre compartía con una prima quien es contemporánea
conmigo y quien llego a ser como mi hermana, entonces éramos las niñas de ese
hogar, por lo tanto toda la atención se centro en nosotras.
Siendo adulta me he encontrado
que mis reacciones para con Dios a veces son como era con mi mamá, es decir,
quisiera que El me respondiera de manera inmediata y adicionalmente que las
cosas se hagan de la manera en que yo lo estoy pidiendo. Pero dentro del
proceso de conocer a Dios como padre, El me ha ido enseñando que el confiar en
El, El incluirlo en mis planes, significa que debo entender que no recibiré las
respuestas a mis peticiones cuando yo lo deseo ni de la forma que tal vez lo
estoy solicitando, sino que El me ha de ayudar para que lo que suceda en mi
vida, sea siempre lo mejor. Dios con estas situaciones me ha estado formando mi
carácter para que tenga la paciencia necesaria y sobre todo que mientras espero
mi actitud sea la correcta.
He conocido casos de otras
personas que cuando no reciben la respuesta de Dios o cuando las cosas no salen
cómo ellos esperaban, se enojan con Dios, hacen una especie de “pataleta” y
Dios como buen Padre que hace generalmente en esos casos, esperar a que su hijo
le pase el “berrinche” y acepte el trato que Dios le está haciendo en ese
momento. Personalmente sólo una vez me enoje con Dios porque no me habían
incrementado mi salario y ya llevaba unos años muy apretada en mi situación
económica, pero en esa ocasión comprendí que estaba reflejando en Dios lo que
mi padre terrenal había hecho, el no suplir mis necesidades materiales y ahí el
enojo se terminó y obviamente le terminé pidiendo perdón a Dios. ¿Cuántas veces
Dios ha de esperarnos?, todas las que sea necesario, pero mientras eso sucede
somos nosotros quien nos perdemos de esa comunión con Dios por estar enojados
con El o permanecemos tristes o depresivos porque no tenemos aún la bendición
que estamos esperando o porque estamos viviendo una situación que no queremos.
Dios dice en Hebreos 12:6 a “Porque
el Señor al que ama, disciplina”, Dios es nuestro Padre, si nuestros padres
terrenales no nos enseñaron a esperar, a tener buenas actitudes cuando no
recibíamos lo que pedíamos, Dios si lo va a hacer. El carácter es algo que no
se desarrolla en los salones de clase, sino en la vida diaria. Cuando
comprendemos cómo Dios usa las circunstancias para formar nuestro carácter,
podemos ahí responder correctamente a lo que Dios está usando.
A continuación relaciono algunas
situaciones que pueden formar nuestro carácter: Decepciones, dificultades, retrasos
en las respuestas de Dios o en el inicio de un nuevo proyecto, conflictos con
otras personas, tentaciones o tiempos en los cuales aparentemente todo nos está
saliendo mal (cuando estamos en un desierto espiritual, desierto por el cual
tarde que temprano todos pasamos).
Leí en un artículo de Rick
Warren este párrafo y lo comparto porque concluye lo que deseo transmitir con
este mensaje: “El desarrollo del carácter siempre involucra una elección.
Cuando tomamos la decisión correcta, nuestro carácter crece más como el de
Cristo”. Que elección decides tomar tu hoy? Quieres que Dios forme tu
carácter?, decides actuar a la manera de Dios y no a la tuya?
jueves, 7 de mayo de 2015
Reconocimiento a las Madres
Quiero comenzar dándole gracias
a Dios por la madre que me ha permitido tener, porque su amor ha sido
incondicional para conmigo, debido a su apoyo he llegado a ser lo que soy como
persona, porque no hay un día en que ella no clame a Dios por mí y esas
oraciones de madre Dios siempre las escucha!. También estoy agradecida con Dios
porque crecí con el amor de 2 mujeres que fueron para mí como unas madres: mi
abuelita y mi tía abuela materna, ambas ya fallecieron, pero llevaré en mi
corazón siempre todo el amor que ellas me dieron.
Considero que el amor de una
madre es el amor más puro que tal vez podemos recibir de otro ser humano, y
cuando digo madre, no me refiero solamente a nuestra madre biológica, sino a la
mujer que cumplió ese rol en nuestras vidas. Los estudios muestran que cuando
existe un vínculo seguro entre la madre y el niño durante la etapa de la
infancia, esto influye en su capacidad para establecer relaciones sanas a lo
largo de su vida. Puedo dar fe de eso, porque tuve una infancia llena de amor y
eso fue la base para poder enfrentar más adelante los desafíos y circunstancias
que me han tocado vivir.
Voy a tomar unos versículos del
muy conocido Elogio de la Mujer Virtuosa de Proverbios 31
Versículo 18 Se asegura de que sus negocios tengan
ganancias; su lámpara está encendida hasta altas horas de la noche.
Versículo 19 Tiene sus
manos ocupadas en el hilado, con sus dedos tuerce el hilo.
Versículo 21 Cuando llega el invierno, no teme por su familia, porque todos tienen ropas abrigadas.
Versículo 21 Cuando llega el invierno, no teme por su familia, porque todos tienen ropas abrigadas.
Si bien actualmente las mujeres
de zonas rurales no llevan a cabo actividades tan manuales como las que se
mencionan en estos versículos, si hay características que en una madre no
cambian de una época a otra. Muchas mujeres están vinculadas al mundo laboral y
tienen que salir temprano a sus trabajos y regresar ya de noche, pero así y
todo una madre se encarga de demostrar su amor a sus hijos cuidándolos, en su
alimentación por ejemplo, les dejan un desayuno y almuerzo hecho (siempre y
cuando no tenga quien más le ayude en las labores de la casa). Dios mejor que
nadie sabía que los tiempos iban a cambiar y que ya no hay tantas mujeres que
permanezcan en la casa como amas (dueñas) de casa, por el contrario que tienen
una vida laboral activa, pero lo que El demanda de las mamás, es que ellas
puedan cumplir sus responsabilidades en su maternidad, es decir, que puedan
desarrollarse profesionalmente pero sin descuidar su rol de madre. Sin importar
a que tu te dediques y si eres madre, coloca siempre tus ojos en Dios y pídele
fortaleza para poder desempeñarte en todos los roles que tienes como mujer y en
especial como madre, que El te de la sabiduría para administrar tu tiempo.
Yo no soy madre aún (espero Dios
me permita serlo), sólo puedo hablar desde mi experiencia cómo hija y quiero
hoy motivarte a que si tuviste una madre entregada a ti, una madre que se
preocupó por ti, que con abrazos y besos demostraba su cariño hacia ti, que sin
importar que llegara en la noche se sentaba contigo a cenar y a revisar tus
tareas, que te contaba cuentos hasta quedarte dormida, que siempre te llamaba
así estuviera lejos, seas agradecido con ella, le digas cuanto la quieres, que
compartas tiempo con ella, porque sin importar su edad, siempre ellas tendrán mucho
que enseñarnos. Si tu madre ya partió donde el Señor, que con tus palabras
honres a tu madre y des a otros lo que ella sembró en ti.
Si no te sientes identificado
con lo que he escrito porque no contaste con una madre presente sino en su
mayoría del tiempo ausente o no estuvo, perdona a tu mamá, entrégale a Dios
todo el dolor que sientes. Leí en estos
días algo que me llego profundamente y lo comparto contigo: “Dios tiene un recuerdo perfecto de
cada momento de tu vida. Tus lágrimas aún se unen a las Suyas en este mismo
momento. ¿Por qué la Biblia dice que Dios sabe el número de cabellos que hay en
tu cabeza? Con eso Dios nos está intentando decir con qué lujo de detalles nos
conoce y se interesa por nuestra vida”. Dios quiere restaurar tus heridas que
puedes haber tenido con tu madre y no tienes que esperar para hacerlo, en este
instante puedes comenzar a abrir tu corazón a Dios, para que sea El sanándote y
trayendo todo el amor que tiene para ti.
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