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martes, 23 de febrero de 2016

Cuidado Personal


Muchas veces pensamos que cuidarnos físicamente va en contra de la voluntad de Dios para nosotras, Dios quiere hacer de nosotras mujeres integras, mujeres que nos preocupemos principalmente por nuestra relación con Él pero también que cuidemos de nuestra salud y cuidado personal.

Como lo mencionaba en un post anterior: Lo primero que nos entregó Dios para administrar es nuestro cuerpo, sobre el debemos rendirle cuentas, el Señor puede tener muchas bendiciones para nuestra vida, pero si nosotros no cuidamos nuestra salud, no vamos a poder llegar a alcanzar todas estas bendiciones o si lo logramos, tal vez no podremos disfrutarlas como Él hubiera querido, porque estemos probablemente enfermos.
Hay cambios que son importantes comenzar a realizar para cuidar nuestro cuerpo físico y estos son:
1.       Efectuarnos chequeos médicos de manera preventiva para verificar cómo nos encontramos y a su vez advertir cualquier tipo de enfermedad que pudiéramos llegar a desarrollar.
2.       Estilo de vida saludable: esto incluye nuestra alimentación, puesto que por practicidad muchas veces se puede caer en la tentación de comer de forma desbalanceada, por ejemplo, exceso de carbohidratos (arroz, papa, plátano, harina de trigo –galletas, tortas-), de gaseosas o jugos no naturales, en vez de consumir frecuentemente frutas y verduras. Y además en este estilo de vida debemos incluir hacer ejercicio y no significa llegar a ser deportistas, con sólo media hora de caminata diaria ya es un aporte para tu salud.

Dentro del cuidado personal, se encuentra también nuestra imagen personal, nosotros reflejamos externamente lo que hay en nuestro interior y cuando estamos sanos internamente podemos tener una autoestima correcta y de esta manera es que llegaremos a proyectar a otros la mejor imagen de nosotros.

Por lo anterior considero que si deseamos hacer cambios en nuestra imagen personal siempre deben estar ligado lo interno con lo externo, porque no ganamos nada con vestirnos estupendas, si no irradiamos el gozo del Señor, si dentro de nosotras hay tristeza en nuestro corazón, si ni siquiera nos consideramos bonitas o no sabemos nuestro valor en Cristo.

Hay un ejemplo en la Biblia de la preparación estética que tuvo Ester junto a otras doncellas para que eligiera el Rey Asuero la sucesora de la reina Vasti. En Ester 2: 12 nos dice “Antes de ser llevada a la cama del rey, a cada joven se le hacían obligatoriamente tratamientos de belleza durante doce meses: los primeros seis con aceite de mirra, y los siguientes con perfumes y ungüentos especiales”. Es probable que durante esos 12 meses de los atavíos, fueran usados tanto para impartir capacitación y educación en cuanto a las costumbres de la corte así como para preparación física. 

El libro de Ester da para un estudio completo de la vida de esta mujer, pero podemos destacar cualidades internas de ella como por ejemplo: que tuvo una vida sumisa al obedecer siempre a lo que  Mardoqueo le indicaba y cuando describe la Biblia los días que estuvo ayunando, implícitamente muestra su dependencia en Dios. Es decir, vemos una mujer que no le bastó haber conquistado con su belleza física al Rey Asuero, sino que se preocupó por cultivar su interior y su relación con el Señor.

Desde este blog de Amada de Dios, quiero entregarte herramientas que te contribuyan para vivir la vida como Dios la diseñó. Que podamos compartir reflexiones sobre temas que nos atañen a las mujeres y mutuamente seguir trabajando con ayuda de Dios en nuestro crecimiento espiritual. Adicionalmente, quiero abrirte la invitación al fanpage que tengo donde encontrarás tips para potencializar tu belleza física y para tu cuidado personal. Si deseas puedes ingresar al siguiente link y leer las recomendaciones que estaré subiendo semanalmente:

Actualmente el fanpage tiene una foto de MATICES, que fue la marca con la cual inicié vendiendo productos pero he decidido dejar este espacio sólo para tips de imagen personal.

Para finalizar te dejo esta frase de Audrey Hepburn: “La belleza de una mujer no está en la moda superficial. La verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma. En la bondad con la que da amor y en la pasión que demuestra”.  Me gusta esta frase porque menciona lo que nunca podemos descuidar que es nuestro interior. Recuerda Dios es el buen alfarero que quiere seguir trabajando en nuestro corazón, que quiere sacar de nosotras todo el potencial que ha puesto y de esta forma que otr@s puedan conocer a través nuestro un Dios vivo y que llevemos a otros el mensaje de salvación!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Belleza física


Quiero comenzar con lo que nos dice Proverbios 15:13: El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu. Este versículo lo he evidenciado más de una vez en mi vida, cuando estás llena de Dios, cuando estás feliz, el semblante que reflejas en tu rostro es de alegría, no importa si estás maquillada, si pasaste por la peluquería, la ropa que llevas, te ves radiante y eso vale más que miles de horas en un SPA.

Considero que nuestra prioridad como mujeres siempre debe ser buscar a Dios, pues de lo que llevemos en nuestro interior será lo que reflejemos externamente a otros. Dios nos hizo a imagen de Él, Él no se equivocó para nada con el físico que Él nos dio, para El somos sus princesas, somos hermosas. El problema ha radicado en los estándares tan altos de belleza que se fueron instaurando y que pusieron unos parámetros de belleza enfocados solamente en lo estético y quien no cuadre con estos, no es “bonita”.

Yo crecí jugando con las muñecas Barbies, las cuales tenían una figura “perfecta” pero la realidad mía y la de mis amigas era otra. Sin embargo durante más de medio siglo estas muñecas impulsaron este estereotipo de belleza femenina, sólo hace unas semanas lanzaron la nueva versión de la muñeca, la cual pretende reflejar una mirada más amplia de la belleza. Personalmente por varios años, creí que a través de una figura física podía conquistar el corazón de un hombre, era el “enganche” para que se fijaran en mí. El primer paso para desechar esta mentira, fue darme cuenta quien soy en Cristo, cual es mi valor en Cristo y que hay algo más importante que lo estético y es mi belleza interior.

Siempre me ha gustado verme “bien vestida”, “bien arreglada”, creo que esto no tiene nada de malo, el problema es cuando esto se vuelve el centro de nuestra vida, cuando nos preocupamos más por lo externo que lo interno. Van pasando los años y ya nuestra piel no es la misma a cuando estábamos adolescentes, sin contar con las consecuencias físicas que muchas veces dejan los embarazos. Pero si hemos año tras año cultivado nuestra parte interna y nuestra relación con Dios, seremos mujeres que seguiremos irradiando una belleza, pero ya no desde lo estético!

El año pasado estuve investigando sobre la relación de la importancia del vestuario para los seres humanos a través de la historia y en la medida leía me fui apasionando en aprender sobre la imagen personal y cómo influye ésta en la autoestima de nosotras las mujeres. Por eso me animé en el 2015 a realizar el diplomado de Consultoría de Imagen y Personal Shopper.

Mi deseo es poderle aportar a la vida de otras personas, logrando una mayor confianza en sí mismos y en cómo se ven, reflejando su personalidad sin miedo y destacando sus puntos fuertes. Soy consciente que mi trabajo representará una parte en la mejora de la autoestima, porque sólo cuando Jesús es el centro de nuestra vida, podemos comprender quienes somos y cuan valiosas somos.

Mi invitación es que como mujeres integras sigamos perseverando en nuestra relación con Dios, que si aún no nos vemos cuán bellas somos para Él, le pidamos que sane esto en nosotras, que si durante años recibimos burlas sobre algún defecto físico que teníamos o tenemos, o por alguna enfermedad que dejó consecuencias en nuestro físico, le pidamos que sane estas heridas, que si nunca tuvimos un hombre que representara autoridad (papá, tío, hermano) que nos dijera que linda nos veíamos, sea El quien nos lo exprese a través de Su palabra o no lo diga a nuestro corazón. Esto que les escribo lo viví personalmente, no me lo contaron, fue Dios quien ha ido sanando mi quebranto por estos aspectos.

Una cirugía estética podrá quitarte arrugas que los años te han dejado, pero sólo el Señor podrá quitarte de por vida, las marcas que hay de dolor en tu interior. Jesús en la Cruz, cargó por cada lágrima que nosotras hemos derramado, por todas las veces que nos hemos visto al espejo y hemos renegado contra Dios por qué nos hizo de X forma. El anhelo de Dios es sanarnos, es que podamos vivir una vida plena en El, ábrele tu corazón y manifiéstale todo el dolor que has llevado por años!.


Y si por el contrario, tienes una clara convicción de tu valor en Cristo, te insto a que sigas cultivando día a día tu crecimiento espiritual, conociendo más del Señor y que puedas mostrarle a las mujeres que están a tu alrededor cuan valiosas son para Dios.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Egocentrismo



Es muy común actualmente escuchar frases como: “Primero YO”, “Lo hice a mi manera” ó “Es mi vida y yo hago lo que quiera”. Estas frases son un ejemplo de una autoestima que se ha visto afectada por algo que a muchos no nos gusta escuchar: egocentrismo. Está bien que debemos preocuparnos por nuestro bienestar pero no podemos centrarnos solamente en nosotros y pretender que el mundo gire entorno nuestro.

Hace más de 2.000 años teníamos ya una radiografía de esto que está pasando en estos tiempos y lo encontramos en 2 Timoteo 3: 1-4
1 Recuerda que en los últimos días llegarán tiempos difíciles.
2 La gente se volverá egoísta, amante del dinero, fanfarrona y orgullosa. Se insultarán unos a otros, no obedecerán a sus padres, no darán ni las gracias y serán mundanos
3 No sentirán afecto por los demás ni estarán dispuestos a perdonarlos. Hablarán con maldad, estarán fuera de control, serán crueles y odiarán el bien.
4 En esos mismos días, la gente traicionará a sus amigos, actuará sin pensar, se enorgullecerá de lo que sabe y en vez de amar a Dios, amará los placeres.

Quiero darte ejemplos de posibles comportamientos egocéntricos para que tú en tu intimidad evalúes si tienes algunos de estos:
1.       Exceso de autoestima, al valorarte demasiado tú mismo.
2.       Sentimientos de grandeza en cuanto a tus talentos y habilidades especiales, como dicen por ahí: “te crees la última Coca Cola del desierto”.
3.       Poca empatía, es decir, la capacidad de colocarse en los zapatos del otro, en lo que la otra persona puede estar sintiendo o viviendo.
4.       Necesidad de ser admirada, halagada constantemente.
5.       Eres proclive a sentirte ofendida ante cualquier crítica.
6.       Tienes sentimientos de envidia, ya que no eres capaz de aceptar el éxito ajeno. 

En mi caso crecí en un hogar donde me hicieron todo y cuando viví sola tuve los medios económicos para pagar a alguien que fuera a hacerme las cosas concernientes al aseo del apartamento, pero ya cuando me case, me di cuenta que había vivido en un mundo “no real”, que estar casada significaba preocuparme por el otro, estar pendiente por ejemplo de sus comidas, si bien cuento con el valioso apoyo de una persona que viene en la semana, quien debe atender a mi esposo soy yo!. Esta es un área que he estado desarrollando, porque continuar con este comportamiento me hace ciega, pues estaría caminando sin ver a quien está a mi lado.

David Allen autor del libro “Derribando los dioses que llevamos dentro” hace dos afirmaciones muy certeras:
·         Los ídolos no siempre adoptan la forma de estatuas de piedra específicamente. 
·     El dios de este siglo es el narcisismo el cual ha sido alimentado con técnicas de mercadeo reforzado por las escuelas de sicología centradas en el YO.

Muchas veces cuando se tienen comportamientos egocéntricos no somos conscientes de esto, nos ufanamos diciendo que no tenemos ídolos de madera o yeso, pero lamentablemente tenemos un ídolo de carne y hueso que somos nosotros mismos.

Dios ha colocado personas a nuestro alrededor porque sabe que podemos bendecirlos con nuestra vida, no necesariamente por lo que les aportemos económicamente o materialmente sino que podemos bendecirlos a través de: Ayudarlos en lo que necesitan, atenderlos, escuchándolos, así sea algo tan pequeño como una sonrisa o un gesto amable.

No en vano Dios nos pide que consideremos a los demás como más importantes que nosotros, y cuando logramos hacerlo, esto hace más fácil que dobleguemos nuestro orgullo y podamos concentrarnos a servirle a otros con amor y amablemente, no porque nos tocó.


Si te sentiste identificado con alguno de los comportamientos mencionados, te invito a que en oración le pidas a Dios que te ayude a ver a las otras personas como superiores, a que sea El dándote el amor que careces para preocuparte por los asuntos de los demás y a que tu mirada se desenfoque de ti y se centre en los demás.