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lunes, 28 de marzo de 2016

Después de Semana Santa


Para muchos los días de semana santa significan asistir a la iglesia a los diferentes servicios que suelen ofrecerse en torno a la conmemoración de la muerte y resurrección de Jesús, es más son los días en que probablemente más llenas se encuentran las iglesias de la fe cristiana (protestantes y católicas). Para otros se ha terminado una corta semana de vacaciones y regresan a la rutina de sus trabajos u hogares, todo vuelve a la “normalidad”, quizás vuelvas a un lunes que traiga nuevos desafíos, enfrentar problemas que aún no has resuelto. Con base en el mensaje del domingo en mi iglesia, me queda las siguientes preguntas al finalizar esta semana santa ¿Resucitó Jesús en mi corazón?, ¿He vencido lo que me ata a mi pasado?, ¿Otros pueden ver a Cristo en mí?

Recuerdo que cuando fue lanzada la película la Pasión de Cristo, fui a cine a verla y me lloré muchos pedazos de esta película, pues muestra la dura realidad de lo que vivió Jesús por ti y por mí, todo el dolor físico que tuvo que soportar sin ni siquiera merecerlo, desafortunadamente para mí no pasó más que ser un acto de remordimiento, porque más me demoré en salir de cine, que volver a caer en mí pecado, el cual fue recurrente una y otra vez. Sólo cuando hubo un verdadero arrepentimiento en mí pude dejar de caer en este pecado.

Nuestra relación con Dios no puede estar enfocada solamente en las fechas especiales como “semana santa, navidad”, personalmente creo que es nuestro deber todos los días pedirle al Señor que El examine nuestro corazón, nos dé convicción de pecado, porque muchas veces podemos pensar que estamos actuando de manera “correcta” pero Dios que conoce lo más profundo de nuestro corazón sabe aun lo que no le hemos entregado, lo que puede ser todavía un “dios” para nosotros, lo cual le quita Su lugar a Él, pues es El único que debe estar en el centro de nuestro corazón.

Las 3 preguntas que coloque al inicio, pienso que deberíamos hacérnoslas con más frecuencia y si la respuesta no es positiva, podemos ir delante de Dios para que sea El quien nos ayude para que podamos vencer lo que aún nos obstaculiza para llevar una vida conforme Él lo desea. Al hacerme esas 3 preguntas venía a mi mente una situación puntual que si bien no ha sido fácil para mí, Dios la ha permitido en mí vida para que esta moldee mi carácter, porque no  se trata de decir “es que aquellos que tenemos temperamento melancólico somos así”, no porque el Espíritu Santo al obrar a través de mi vida quiere que muestre sus frutos que son: “amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” (Gálatas 5:22-23).

Una forma de demostrar que Jesús ha resucitado en nosotros, es si otros pueden ver en ti y en mí el fruto de Su Espíritu. La resurrección de Jesús fue donde El venció a Satanás, con su victoria al vencer la muerte, podemos ser libres de TODO aquello que nos esclaviza, que nos deprime, que nos angustia, que nos hace volver atrás y no avanzar dentro del propósito que Dios tiene para nuestra vida.

Tal vez, te sientas que no puedes salir de ese pecado en el que como yo, caímos vez tras vez, pero la Resurrección de Cristo, te da la oportunidad HOY de volver a comenzar, HOY puede ser el día que tomes la decisión de decirle no más a lo que te separa de Jesús.

Como mujeres equivocadamente creemos que entre más autosuficientes más fuertes somos, pero Dios seguramente lo que te está diciendo es: no luches más sola, yo estoy contigo!!!, yo vencí en la Cruz, donde hay un imposible para ti, para Dios es la oportunidad de glorificarse, Él es el único que puede convertir tu tristeza, amargura y dolor en alegría, que puede llenar tu corazón con una paz que no es pasajera, que no es en emociones, que es perdurable.


No esperes una semana santa más, para empezar a vivir la resurrección de Cristo en tu vida!

miércoles, 16 de marzo de 2016

El débil diga fuerte soy


No nos gusta sentir debilidad, pero la debilidad es una parte inherente a nuestra vida y es algo para lo que Dios también nos tiene UNA PALABRA, una palabra contra cultural porque es muy diferente a lo que nos han dicho en nuestra vida, pues hemos crecido en un ambiente en el que no se permitían los errores o debilidades y se nos desaprobaba por tenerlas, se nos castigó, se nos humilló. Puede que proyectemos esa experiencia en cómo Dios nos ve en nuestra debilidad, podemos tener la idea de que Dios es un tirano, súper estricto y desconsiderado que cuando cometemos errores no está dispuesto a darnos una segunda oportunidad o vive defraudado con nosotros.

Vamos a ver lo que Dios piensa de la debilidad de sus hijos y a romper con lo que el mundo nos ha enseñado. 2 Corintios 12:9-10 menciona: "Dios me ha dicho: BÁSTATE MI GRACIA; porque MI PODER SE PERFECCIONA EN TU DEBILIDAD. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo ME GOZO en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; PORQUE CUANDO SOY DÉBIL, ENTONCES SOY FUERTE" 

Con base en el anterior versículo, podemos deducir que Dios ve nuestra debilidad como una gran oportunidad para demostrar su Poder y sorprendernos con la obra que Él es capaz de hacer en nuestras vidas a pesar de nuestra debilidad. Dios nos ama tanto que ve en nuestra debilidad una maravillosa ocasión para manifestarse, Él no la ve como un motivo para defraudarse de nosotros sino para hacer su obra en nosotros.  Relájese frente a esa debilidad Dios la quiere usar!!!...

Él le explicó a Pablo porque teníamos debilidades dentro de nuestra humanidad: "Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros".  2 Corintios 4:7.  Dios utilizó las debilidades en la vida de Pablo para mantenerlo centrado en el poder de Dios y no en el suyo propio. Pensemos en esas debilidades que están presentes en nuestras vidas y veámosla como algo que Dios puede estar utilizando para que mantengamos nuestros ojos en Él.  Por eso Pablo ahí dice que nos gocemos en las debilidades porque ellas nos ponen en absoluta dependencia de Él.

Dios nos llama a despreocuparnos por nuestra debilidad. Dios nos dice.... Bástate mi gracia...Gracia es la obra que Dios hace en nuestros corazones, es la fortaleza de Dios para vencer el poder del pecado.  Dios quiere decirnos...que con Él nos basta!, para que más, que en eso en que somos débiles creamos que Él se va a glorificar si nosotros nos disponemos a que El actúe.

Lo primero que Dios quiere que reconozcamos con HUMILDAD que tenemos  debilidades. Sucede que tenemos una particular inclinación a querer y buscar ser los mejores, o por lo menos, "normales", sin debilidades y eso puede conducirnos a ser autosuficientes y detrás de la autosuficiencia hay un gran orgullo. El reconocer nuestra vulnerabilidad nos lleva a vivir en una dependencia permanente de Dios porque reconocemos que no tenemos el poder de cambiar las cosas, que nuestras fuerzas son débiles e imperfectas mientras que el poder de Dios es ilimitado.

Dios quiere que dejemos de "tratar" y comencemos a "confiar", que el poder de Dios se va a manifestar en esta debilidad que hoy descubrimos en nosotros. Esta debilidad no es una desventaja; es, más bien, una ventaja, porque según lo que Dios nos dice, la batalla no es nuestra, ¡es del Señor! Tan sólo aprendamos que Dios no necesita nuestra fortaleza. ¡Dios quiere nuestra obediencia, el que decidamos dejar de lado el Orgullo! Que CREAMOS que Dios tiene la fortaleza, y Dios quiere darte esa fortaleza sobrenatural en lugar de la tuya. No es nuestra habilidad la que cuenta, sino nuestra "disponibilidad".


Dios quiere que hoy abras tu corazón a Él y le digas lo que sientes “que ya no aguantas más, que quisieras salir corriendo”, porque cuando lo hagas, estarás confesándole a Dios la debilidad que hay en ti. Que reconozcas que lo necesitas y que no puedes sola(o) y que deseas vencer tu debilidad pero con Su poder, con Su intervención.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Presente


Salomón, el autor del libro Eclesiastés, nos dice en Eclesiastés 3:1 que “hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo”. Y creo que todos lo hemos ido evidenciando en la medida que pasan los años, donde miramos hacia atrás y vemos que el tiempo no se ha detenido ni un segundo y que por más que quisiéramos no podemos regresar al pasado para volver a vivir momentos inolvidables.

La pregunta que hoy te quiero hacer es si estas “disfrutando” cada temporada de tu vida? o si tienes la mente enfocada tal vez en recuerdos del pasado? o sientes ansiedad de lo que estas esperando ocurra o llegue en un futuro cercano?.

Cuando estaba en la universidad en pregrado, los últimos semestres recuerdo que quería que pasaran rápido porque deseaba experimentar que era trabajar y comenzar a devengar un sueldo por mi trabajo, efectivamente llego el  momento de ingresar al mundo laboral, lo que no sabía yo es que me esperaban varios años bastantes duros laboralmente, con horarios bien extensos, ahí extrañaba esa época de universidad cuya única responsabilidad que tenía era que me fuera bien en mi estudio. Al cambiarme de país y no vincularme laboralmente como esperaba, extrañaba mi trabajo, o sea, nuevamente estaba cayendo en voltear mi rostro para contemplar el pasado y no “disfrutar” el presente que estaba viviendo.

Y en el tema sentimental, no es la excepción, como dicen por ahí: la que está soltera, anhela casarse y la casada, quisiera tener el tiempo libre que tenía la soltera. Dios no se equivoca con cada etapa de nuestra vida, el problema es nuestro que estamos desenfocados en el tiempo al no aprender a vivir el presente, tal cual como este se manifieste.

Si estamos viviendo una temporada difícil, también debemos aprender a ver que quiere Dios que aprendamos de esto y nos concentremos en cómo podemos ser felices así estemos pasando por días complejos. Porque no podemos esperar a que todo esté color de rosa para ahí si decidir entonces estar feliz, porque nuestra fuente de gozo debe ser el Señor. Por ejemplo, cuando estuvo mi tía abuela en los últimos meses de su enfermedad fueron semanas complejas, porque era salir de trabajar e irse a la clínica a estar con ella, pero le doy gracias a Dios porque estuve ahí, porque viví en ese momento ese presente con ella y no anduve quejándome, en que no podía estar tal vez en otro lado y no haciendo turno en una clínica. Te doy este ejemplo, porque a veces, quisiéramos que el tiempo pasara volando y atravesar de esta manera la dificultad que estamos viviendo, pero Dios quiere que apreciemos nuestro presente, que sigamos refugiándonos en El, si estamos por momentos en que quisiéramos tirar la toalla, que no pongamos nuestros ojos en un futuro, que no tenemos la certeza de cómo será.

No sé si este sentimiento de asimilar el vivir presente, es común para aquellos que estamos más allá de los 30, jejejeje, pero lo que si se es que quiero es que se haga vida en mi vida Eclesiastés 3:1, que mi corazón esté tranquilo por la etapa que esté viviendo y no inquieto por lo que vendrá mañana.  Leí esta frase y es muy válida: “No dejes que la tristeza de tu pasado o el miedo a tu futuro, arruine la felicidad de tu presente”.

La palabra presente, se relaciona con el tiempo, pero también se asocia con regalo, con ofrecer algo, de poner algo por delante, Dios nos ha dado el presente como un regalo, pero muchas veces no lo valoramos como ese regalo!. Es un hecho que debemos aprender del pasado y prepararnos para el futuro, pero debemos VIVIR EN EL PRESENTE!!!! Pues en algún momento el reloj de nuestra vida terrenal va a detenerse, espero que para ese momento podamos estar muy contentas de lo que hicimos con nuestra vida, que cada época que tuvimos la aprovechamos correctamente, que hayamos sembrado en cada etapa tesoros en el cielo y un legado en esta tierra.

Si en verdad crees que tu futuro está en la manos de Dios, no tienes de qué temer!, porque lo que venga siempre será para bien, recuerda que todo ayuda para bien para aquellos a quienes amamos a Dios. La invitación es que decidas comenzar a vivir el presente, el día que hoy te regala el Señor!, que si estás pasando una situación difícil, más te aferres a Dios para que Él pueda con Su poder cambiar tu tristeza en baile!