Salomón, el autor del libro Eclesiastés, nos dice en Eclesiastés
3:1 que “hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el
cielo”. Y creo que todos lo hemos ido evidenciando en la medida que pasan los
años, donde miramos hacia atrás y vemos que el tiempo no se ha detenido ni un
segundo y que por más que quisiéramos no podemos regresar al pasado para volver
a vivir momentos inolvidables.
La pregunta que hoy te quiero
hacer es si estas “disfrutando” cada temporada de tu vida? o si tienes la mente
enfocada tal vez en recuerdos del pasado? o sientes ansiedad de lo que estas
esperando ocurra o llegue en un futuro cercano?.
Cuando estaba en la universidad en
pregrado, los últimos semestres recuerdo que quería que pasaran rápido porque
deseaba experimentar que era trabajar y comenzar a devengar un sueldo por mi
trabajo, efectivamente llego el momento
de ingresar al mundo laboral, lo que no sabía yo es que me esperaban varios
años bastantes duros laboralmente, con horarios bien extensos, ahí extrañaba
esa época de universidad cuya única responsabilidad que tenía era que me fuera
bien en mi estudio. Al cambiarme de país y no vincularme laboralmente como
esperaba, extrañaba mi trabajo, o sea, nuevamente estaba cayendo en voltear mi
rostro para contemplar el pasado y no “disfrutar” el presente que estaba
viviendo.
Y en el tema sentimental, no es la
excepción, como dicen por ahí: la que está soltera, anhela casarse y la casada,
quisiera tener el tiempo libre que tenía la soltera. Dios no se equivoca con
cada etapa de nuestra vida, el problema es nuestro que estamos desenfocados en
el tiempo al no aprender a vivir el presente, tal cual como este se manifieste.
Si estamos viviendo una temporada difícil,
también debemos aprender a ver que quiere Dios que aprendamos de esto y nos
concentremos en cómo podemos ser felices así estemos pasando por días
complejos. Porque no podemos esperar a que todo esté color de rosa para ahí si
decidir entonces estar feliz, porque nuestra fuente de gozo debe ser el Señor.
Por ejemplo, cuando estuvo mi tía abuela en los últimos meses de su enfermedad
fueron semanas complejas, porque era salir de trabajar e irse a la clínica a
estar con ella, pero le doy gracias a Dios porque estuve ahí, porque viví en
ese momento ese presente con ella y no anduve quejándome, en que no podía estar
tal vez en otro lado y no haciendo turno en una clínica. Te doy este ejemplo,
porque a veces, quisiéramos que el tiempo pasara volando y atravesar de esta
manera la dificultad que estamos viviendo, pero Dios quiere que apreciemos
nuestro presente, que sigamos refugiándonos en El, si estamos por momentos en
que quisiéramos tirar la toalla, que no pongamos nuestros ojos en un futuro,
que no tenemos la certeza de cómo será.
No sé si este sentimiento de asimilar
el vivir presente, es común para aquellos que estamos más allá de los 30,
jejejeje, pero lo que si se es que quiero es que se haga vida en mi vida Eclesiastés
3:1, que mi corazón esté tranquilo por la etapa que esté viviendo y no inquieto
por lo que vendrá mañana. Leí esta frase
y es muy válida: “No dejes que la tristeza de tu pasado o el miedo a tu futuro,
arruine la felicidad de tu presente”.
La palabra presente, se relaciona
con el tiempo, pero también se asocia con regalo, con ofrecer algo, de poner
algo por delante, Dios nos ha dado el presente como un regalo, pero muchas
veces no lo valoramos como ese regalo!. Es
un hecho que debemos aprender del pasado y prepararnos para el futuro, pero
debemos VIVIR EN EL PRESENTE!!!! Pues
en algún momento el reloj de nuestra vida terrenal va a detenerse, espero que
para ese momento podamos estar muy contentas de lo que hicimos con nuestra
vida, que cada época que tuvimos la aprovechamos correctamente, que hayamos
sembrado en cada etapa tesoros en el cielo y un legado en esta tierra.
Si en verdad crees que tu futuro
está en la manos de Dios, no tienes de qué temer!, porque lo que venga siempre
será para bien, recuerda que todo ayuda para bien para aquellos a quienes
amamos a Dios. La invitación es que decidas comenzar a vivir el presente, el
día que hoy te regala el Señor!, que si estás pasando una situación difícil,
más te aferres a Dios para que Él pueda con Su poder cambiar tu tristeza en
baile!
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