Hoy quiero tocar un tema que no se trata mucho en
las iglesias y es el cuidar nuestro cuerpo en cuanto a mantenernos de manera
saludable. Generalmente se tratan las adicciones a lo que socialmente está mal
visto o aquellas que traen consecuencias desastrosas en el cuerpo o cerebro:
licor, cigarrillo, drogas, pero qué sobre la adicción a los alimentos?, es
igual de perjudicial, porque cuando se tiene un sobre peso u
obesidad esto conduce a que las personas tengan por fuera de los rangos
normales la glicemia, el colesterol, triglicéridos, la presión arterial, entre
otros y el tener esto alto representa un factor de riesgo para las personas,
puesto que esto conlleva a enfermedades tales como Diabetes, Aterosclerosis o aún peor la
muerte, a través de un infarto de miocardio o un accidente cerebral.
Lo primero que nos entregó Dios para administrar
es nuestro cuerpo, sobre el debemos rendirle cuentas, el Señor puede tener
muchas bendiciones para nuestra vida, pero si nosotros no cuidamos nuestra
salud, no vamos a poder llegar a alcanzar todas estas bendiciones o si lo
logramos, tal vez no podremos disfrutarlas como El hubiera querido, porque
estemos probablemente enfermos.
En Proverbios 25:28 nos dice: “Una persona sin
control propio, es como una ciudad con
las murallas destruidas”. En la versión Reina Valera menciona la palabra
Dominio propio, esta palabra viene del griego sofronismós, que significan
disciplina, control de uno mismo. Dentro de ese control propio, incluye el
control que debemos tener sobre los alimentos.
Para muchas personas, el licor no es una
debilidad pero si un chocolate, una torta, un postré, un helado, los snacks,
las galletas de dulce (como en mi caso que me encantan) o la comida de sal y
representa una tentación al ver estos productos, es decir, se convierte en una
batalla igual que con otras tentaciones socialmente dañinas, pero al partir
Jesús nos dejó con nosotros al Espíritu Santo y es El quien nos puede ayudar a
librar cada una de estas batallas que enfrentamos frente a los alimentos.
En el
caso del chocolate, el consumo de este
implica un aumento de triptófano en sangre, el cual es precursor de la serotonina. La Serotonina
es considerada por algunos investigadores como la sustancia química responsable
de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo, por lo que un déficit de
serotonina conduciría a la depresión. Es por esto que algunas personas cuando
se encuentran tristes lo que suelen buscar primero es un chocolate para
consumirlo. No se trata que lo quites radicalmente de tu régimen alimenticio,
sino que el consumo sea moderado y por lo tanto si esto es una debilidad para
ti, trata que cuando vayas al Supermercado compres muy pocos y si ya tienes
algún problema de glicemia, pues procura no incluirlo dentro del listado del
mercado.
Dios es un Dios integro, El no sólo quiere que seas sano de tus
heridas emocionales y de lo que te encadenaba en el pasado, El desea que puedas
llevar una vida integral y un área que también debemos entregarle a El es
nuestra salud, todo aquello que nos está produciendo excesos en la
alimentación. Usualmente se dice que a través de los alimentos las personas
descargan toda la ansiedad que tienen generada por el estrés. Entonces si este
es tu caso, empieza a entregarle a Dios cada una de tus preocupaciones en
oración, dile cuanta carga sientes, cuanta angustia te produce X o Y tema, pero
para eso es necesario, que sea algo que se vuelva un hábito, no sólo cuando ya
estás apunto de reventar y te has consumido todo tu refrigerador, no!!!...es
algo de hacerlo todos los días, de decirle a Dios que es lo que nos produce
tanta ansiedad y en la medida que lo vayas haciendo, estoy segura que irás
aprendiendo a depender más de Dios, a confiar en que El está al control de todo
en tu vida y además recibirás a cambio Su paz que sobrepasa todo entendimiento.
Mi invitación este día es que pienses en ti, en tu salud, en cómo
estás cuidándote, que no esperes a que estés ya enferm@ o grave para tomar una
decisión, comienza con pequeños cambios en tu régimen alimenticio y pídele al
Espíritu Santo, que te ayude a tener fuerza de voluntad para no comer más de lo
necesario, que tengas el control para aprender a decir NO cuando te ofrecen
algo que te hace daño. Así como has experimentado en otras áreas de tu vida las
alertas del Espíritu Santo, esta no será la excepción, El inquietara tu
espíritu para que no comas lo que te perjudica o en las cantidades que no corresponde,
pero para eso debes obedecer a sus “alertas”. Recuerda es un paso a la vez,
cada día será una victoria de la tentación que irás logrando junto al Señor y
obviamente si ya tienes alguna complejidad de salud, no dejes de ir a los
especialistas pertinentes, porque para eso Dios ha dado los conocimientos a los
médicos, para que ellos puedan dar las pautas para llevar una vida saludable.
Y si ni siquiera eres consciente del daño que te haces con el
sobrepeso que tienes, pídele a Dios esa conciencia, no eches en saco roto esta
pequeña reflexión, porque no es casualidad que lo hayas leído, órale a Dios
para que te de esa conciencia de querer cuidarte, de pensar en ti!!!!
Demasiado importante y bueno.
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