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lunes, 23 de marzo de 2015

El Perdón es una decisión




El Perdón es uno de los temas que probablemente solemos evadir porque para perdonar generalmente debemos recordar lo que nos dijeron o lo que nos hicieron que nos causo mucho daño, situaciones que muchas veces hemos trasladado a nuestro inconsciente para no tener presente lo vivido que nos dolió.

Jesucristo nos dice en la Palabra: cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados (Marcos 11:25). Más de una vez leí ese versículo y mi mente lo saltaba por no querer confrontar el dolor. Sin embargo, comprendí que al no perdonar a quien me ha herido hace que yo camine con una carga más sobre mis hombros, porque la persona quien me ha lastimado así lo haya hecho de manera consciente o inconsciente puede que siga tranquil@ su vida como si nunca hubiera pasado nada y no esté interesad@ en asumir su responsabilidad y pedirnos perdón por lo que nos hizo y de esta forma solamente yo estoy cargando con ese peso.

Puedes estar pensando mientras lees este mensaje que yo no conozco la magnitud del daño que te han causado, como tu y tus seres queridos han sufrido por eso, pero Jesús si lo conoce y al morir en la cruz con Su sangre pago por cada herida que te han hecho.

Desde adolescente tuve que experimentar actos de otras personas cercanas que me causaron dolor, el primer paso que hice fue confesar ante Dios con mi boca ese perdón, para empezar a exteriorizar lo que estaba sintiendo.  A los 18 años recibí a Jesucristo como mi Señor y Salvador y no tardo el Espíritu Santo en exhortarme sobre aquellas personas que aún de corazón no había perdonado. Con lágrimas en los ojos comencé a perdonarlas, no era sencillo porque era recordar cada circunstancia, pero sabía que sólo de mí dependía esa decisión. Puede que no olvide cada detalle sucedido,  pero la diferencia ahora es que no me causa más dolor al recordarlo o al hablar sobre esto.

Tiempo posterior el Señor puso en mi corazón buscar a una de esas personas y la Palabra de Dios una vez más se cumplió porque donde hubo dolor el Señor lo cambió en alegría, como consecuencia  de este acto de obediencia reestablecí la relación con esa persona y aunque falleció a los pocos meses pude tener un buen recuerdo de lo que alcanzamos a compartir.

Quizás Dios te colocará a encontrarte con quien te hizo daño como lo hizo conmigo, es mas puede que sea con quien vives o trabajas o puede haber personas que tu debes perdonar que ya hayan fallecido. Lo importante es que lleves a la cruz todo el dolor que te causaron y tu corazón estará sano de esa herida.

En la Biblia no hay una oración específica o un paso a paso de cómo perdonar, personalmente la manera en que yo lo hago es contándole a Dios cada cosa que me causo dolor, confesando que perdono a la persona y diciéndole que llevo todo ese dolor a la cruz y finalizo pidiéndole que a cambio el llene con Su amor esa herida que se creó en mi corazón.

Cuantas veces vamos a perdonar a una persona? Jesús es claro con la respuesta: aún hasta 70 veces 7 (Mateo 18:22) Lastimosamente no estaremos exento que tarde que temprano nos topemos con alguien que nos vuelva a ofender, pero Dios nos invita a que diariamente perdonemos a quienes nos ofende puesto que sabe que somos nosotros los primeros en ser bendecidos con esa decisión, al poder ser libre de todo dolor. En este día es tu elección el tomar la decisión de comenzar a perdonar!

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