Nuestra predisposición para pensar
y conducirnos de cierta manera está influenciada por el entorno en el que
crecimos, por lo que nosotros leíamos, la música que escuchábamos (que espero
no haya sido sólo canciones con letras de despecho) y lo que veíamos.
Personalmente crecí junto a una tía abuela que solía ser pesimista en sus
comentarios, podías llegar con una buena noticia pero ella tenía la capacidad
para verle el punto negro a la situación, era alguien que se quejaba
constantemente y no veía las bendiciones que Dios nos daba, sino lo que tal vez
para ella estaba faltando. Ya adulta, inconscientemente a veces he tenido una
actitud de queja y pienso de una que estoy siendo igual a mi tía, ahí es
cuando me toca hacer un alto y analizar si realmente todo es tan malo como estoy viendo las cosas o hay efectivamente un lado bueno en lo que estoy viviendo.
Nuestra mente interpreta lo que
nosotros percibimos, existen personas que ven problemas o el lado complicado a
las circunstancias y otros que ven las situaciones como oportunidades. En la Palabra en Romanos 12:1,
el Apóstol Pablo nos dice: “No se amolden
al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente”.
Es nuestro deber renovar nuestra mente diariamente y la mejor manera de hacerlo
es leyendo la Palabra
de Dios, porque en ella encontramos todas las promesas de bendición que el
Señor tiene para nuestra vida. En mi tiempo a diario con Dios leo siempre por
lo menos un versículo de la
Biblia , para que esas palabras vayan quedando guardadas en mi
mente y cuando esté ante una situación difícil, lo primero que venga a mi mente
sea eso.
Los pensamientos que tengamos
determinan nuestra conducta, si constantemente pensamos en cosas buenas, que
nos edifiquen, lo más probable es que con ese enfoque actuaremos. El cerebro
crea nuevos caminos si es bombardeado con nuevas acciones y formas de pensar,
la próxima oportunidad que te llegue un pensamiento negativo, de desanimo, de
derrota, detente a pensar, eso es lo que Dios dice para mí vida?, esto que
estoy leyendo o viendo me hace crecer cómo persona? Y opta por cambiar ese
pensamiento por algo que te anime a ver el lado positivo de las cosas y trae a
tu mente cada una de las promesas que Dios te ha dicho y te dice que tiene para
ti.
Me gusta muchísimo esta publicación, sobre todo el último párrafo.
ResponderEliminarDe acuerdo, los pensamientos que tengamos determinan nuestra conducta. Muy buen articulo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado :)
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