En los periodos difíciles de la
vida lo que más deseamos es recibir o tener palabras que nos alienten a
continuar, en diferentes circunstancias complejas de mi vida o en momentos que debo comenzar nuevos retos, que he tenido
cambios significativos como por ejemplo el cambio de país al casarme y tengo
incertidumbre que va a suceder, Dios me ha dado repetidamente un versículo que
tiene por este motivo una gran relevancia en mi, Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Está Palabra me fortalece a seguir porque me da la
tranquilidad de saber que no estoy sola, que no voy a enfrentar mi gigante sola
porque Dios va a mi lado, que tengo un Dios grande y poderoso que me va a
sostener cuando sienta que voy a desfallecer, no importa lo que tenga que
hacer, el me va a ayudar.
Aunque nosotros no nos
encontramos en el contexto histórico en el cual fue escrito el libro de Isaías,
donde Israel fue llevada cautiva por los Asirios, en estos tiempos si debemos afrontar
situaciones que nos pueden causar temor como la enfermedad de un ser querido o
nuestra, o podemos tener áreas que aún nos produce temor, por ejemplo: el
hablar en público, el cambio de un trabajo o la estabilidad económica ante una
crisis financiera de un país.
Estuve buscando en la Biblia y encontré 117
versículos en los cuales aparece palabras como: “no temas, no temáis, no temeréis, no temerá(s), no temeremos, no tengáis miedo, no tengas miedo, no tengas
temor”. Estas palabras nos animan a no tener temor o miedo. No es casualidad
que se encuentren tantas veces, porque Dios sabe que una de las emociones que
puede paralizar más al ser humano y que no nos permite avanzar a los planes de
bien que El tiene para nosotros.
En nuestro cuerpo la
amígdala cerebral (Un pequeño órgano con forma de
almendra) controla las emociones básicas como el miedo y el afecto, cuando la
amígdala se activa desencadena la sensación de miedo y ansiedad y nuestro
cuerpo puede tener reacciones tales como: aumento de la velocidad en el
metabolismo, de la presión arterial, de la glucosa en la sangre, de adrenalina
y tensión muscular, entre otras. Es decir, por causa del miedo, podemos llegar
hasta enfermarnos físicamente, por esto es muy importante y te animo que ante
una próxima situación que te produzca temor, te aferres a la Palabra de Dios que te
dice que NO TEMAS, que así sientas que no tienes fuerzas emocionales o físicas
para seguir El te va a socorrer, El te va a sostener y juntos van a superar el
desafío que se está presentando en tu vida.
Así es todo nos llegara tan pronto venzamos el Temor.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y concuerdo con el!
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